Palacio Ducal (MEDINACELI, SORIA)
Medinaceli fue frontera divisoria entre cristianos y musulmanes. Sus calles laberínticas son tan estrechas que en algunos casos se pueden tocar sus muros con los brazos extendidos.
Fue un enclave estratégico de primera magnitud durante siglos, debido a su situación en la confluencia del valle del Jalón y el valle del Arbujuelo. A su alcazaba árabe parece que vino a morir, según algunos autores, el caudillo Almanzor el año 1002, presuntamente en ruta de retirada de la batalla de Calatañazor. Igualmente, durante la Guerra de la Independencia española, el Empecinado se hizo fuerte en la plaza, ante el ataque de las tropas napoleónicas. Hacia 1129, el rey de Aragón, Alfonso I El Batallador, conquista definitivamente los territorios del alto Jalón, con Medinaceli y el enclave de Molina. Poco tiempo después pasaría a manos castellanas.
De su rico patrimonio cabe destacar, por su antigüedad, el Arco Romano, único en España de tres arcos. También es reflejo de la importancia de la localidad el Palacio Ducal de los Medinaceli, de estilo renacentista y sede de dicha casa nobiliaria.
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Sinopsis:
Hamlet es una de esas obras en las que muere hasta el apuntador.
Seguramente a Shakespeare y a nuestro protagonista, les mueve la misma necesidad: penetrar en los laberintos de la mente de los protagonistas, para intentar comprender el por que de tantas muertes innecesarias.
Shakespeare, consecuente con su conocimiento de los poderosos, no trata bien a ninguno de los personajes de la obra. Todos tienen una vuelta “siniestra”. El orgullo, la codicia, el amor mal entendido, los celos, la credulidad… mueven a todos ellos hacia callejones de los que no es fácil salir. La violencia lo impregna todo.
Para comprendernos a nosotros mismos, quizás sea necesario adentrarse en estos caminos sin salida, para aprender a mirar directo, hacia esa luz intensa que siempre hay al final del túnel. Nuestro detective, lo sabe y si te dejas llevar, quizás te guíe en el desfiladero.